1ª Etapa: Cádiz-Aracena

Distancia-Tiempo: 225 km en 3h 30min.

Paradas: Las Pajonosas para tomar un refrigerio.

Carreteras: N-IV y N-433 en buen estado y no demasiado tráfico, aunque tampoco tenían muchas curvas.

Clima-Temperatura: Día soleado sin apenas nubes, sólo algún jirón blanco en el cielo, hacía calor (como siempre) al pasar por Jerez y Sevilla, pero en seguida se noto un poco más de fresco al entrar en la Sierra de Aracena.

Paisaje: muchos cultivos de secano (colores marrones y amarillentos) por la zona de Jerez y Sevilla, y luego comienza la dehesa mediterránea (encinas, alcornoques y ganado diverso) en la zona de la Sierra.

Alojamiento: Camping Sierra de Aracena. El suelo era bastante duro, la sombra en el camping era irregular aunque como había poca gente nos pudimos poner bajo un alcornoque grande. La piscina estaba bien con zonas de césped, sombra y sillas y mesas de plástico; aunque los servicios (baños, duchas, lavaderos…) eran bastante antiguos. 21 €/noche.

Texto-Descripción: Como esta era la primera etapa, estábamos un poco nerviosos a la salida, sobretodo mientras lo preparábamos todo y lo colocábamos en la moto. Una vez comenzamos el viaje nos relajamos y empezamos a disfrutar de la experiencia de este viaje, que desde que lo pensamos nos hacía mucha ilusión. Para nuestra llegada a Aracena ya teníamos planeada una visita (casi obligada, por otra parte) a la Gruta de las Maravillas, y lo malo de esto fue que nos tuvimos que dar un poco de prisa en todos los pasos (montaje, comida, piscina…). También fue curioso que cuando salimos de la Gruta y preguntamos en Turismo que se podía ver, nos avisaron de que estaba todo cerrado porque era la Coronación de la Virgen de Aracena, y la verdad es que estaban todos los balcones engalanados y también vimos mujeres con su mantilla negra y todo; puesto que no íbamos a asistir a tal acto, dimos una vuelta al pueblo y luego fuimos a comprar a un supermercado de las afueras lo necesario para el día siguiente.

Lo mejor: La Gruta de las Maravillas (17€ los dos), es realmente espectacular la pena que no se puedan sacar fotos para enseñarlo, así que ya sabéis…

Lo peor: Un camioncito de paja que nos tocó antes de llegar a Sevilla.